Blog de Terra Incognita, programa radiofónico de divulgación y misterio que se emite desde Radio Despí
22 abr 2018
Rhino, el asombroso vehículo anfibio con ruedas “burbuja”
Funcionamiento del aireador de Elie Aghnides. Fuente: LIFE. 5, de agosto de 1946.
Elie Prodromou Aghnides, inventor e ingeniero de origen griego nacido en 1901 y fallecido en 1988, desarrolló su carrera sobre todo en los Estados Unidos. Su invención más célebre, que data de los años treinta, nos acompaña desde hace décadas y apenas nos damos cuenta de que está ahí. Se trata de los aireadores para grifos y duchas: sí, son los filtros rociadores, con malla metálica, que están presentes en todos los grifos, esos que de vez en cuando hay que desenroscar para limpiarlos de arenillas y similares (los hay de mil tipos diferentes, pero en general son modelos evolucionados y perfeccionados de la idea original de Elie Aghnides). Esa invención, junto con muchas otras similares, como varios modelos de “alcachofa” de ducha, le hicieron millonario (por cierto, por si alguien se lo pregunta, un aireador para grifos mejora el sabor del agua, reduce posibles olores, lo filtra y, sobre todo, mejora el flujo y supone un ahorro de agua).
Gráficos de una de las primeras patentes sobre aireadores para grifos de Elie Aghnides.
Elie Aghnides con sus primeros modelos de aireadores. Fuente: LIFE. 5, de agosto de 1946.
Elie comentaba que el origen de sus invenciones se encontraba en la observación de su entorno, de la vida cotidiana y la naturaleza. Por ejemplo, la idea de del aireador para grifos le llegó cuando contemplaba una cascada. Así, al siempre inquieto Elie se le iluminó de nuevo la bombilla de la invención cierto día al contemplar cómo trabajaban unas máquinas de obra pública en Nueva York. ¿Por qué no crear una máquina que reuniera las capacidades de un buldócer con la agilidad de un automóvil? Una cosa era tener la idea y otra muy diferente fue materializarla: le costó década y media llevar a la vida el prototipo de su “Rhino“ (lo de llamarlo “rinoceronte” fue algo natural, pues el pesado prototipo tenía especial tendencia para salir airoso de los lugares llenos de barro).
El “Rhino” en todo su esplendor. Fuente: Popular Science. Octubre de 1954.
No llegó a comercializarse, aunque el inventor pensó en el mercado de obras públicas y el militar como objetivos prioritarios (los militares estaban preocupados por lo sencillo que parecía perforar aquellas ruedas hemisféricas incluso con armas ligeras). El Rhino levantó pasiones durante un tiempo, pero terminó olvidándose. El prototipo se presentó en Indianápolis en 1954, siendo probado sobre todo tipo de terrenos difíciles: arenas, barro, pendientes, navegando sobre las aguas… todo un monstruo de cinco toneladas capaz de sobrevivir a todo tipo de terrenos peligrosos. Sus ruedas delanteras huecas, de acero y aluminio, eran espectaculares sobre todo por su diseño de media burbuja (las traseras eran ruedas convencionales con un suplemento hemisférico). Ese diseño, y su bajo centro de gravedad, permitía mantener controlado el vehículo incluso en condiciones de inclinación extrema y, además, facilitaban la navegabilidad en las aguas, siendo impulsado en ese caso por una especie de hidrojet.
Vista inferior del Rhino. Fuente: Popular Science. Octubre de 1954.
En el siguiente vídeo lo podemos ver en acción. Ciertamente asombroso…
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