La realidad a veces supera la imaginación o, al menos, ya que se había ya postulado algo así, supera los ejemplos de planetas que tenemos en nuestro sistema solar. Porque GJ 1214b no es como ningún otro planeta que conocemos. GJ 1214b tiene una gran fracción de su masa que es agua. Este planeta orbita una enana roja y ya se había descubierto en 2009. Tiene una masa de casi 7 veces la terrestre y un diámetro 2,7 veces mayor. Orbita su estrella cada 38 horas a una distancia de 2 millones de kilómetros y tiene una temperatura estimada de 230 grados centígrados. Se encuentra a unos 40 años luz de nosotros en la constelación de Ofiuco. En 2010 Jacob Bean y sus colaboradores midieron la composición atmosférica y encontraron que estaba ésta estaba compuesta principalmente por agua, pero no se sabía si se trataba de una gran cantidad de vapor de agua o de sólo una bruma.
Ahora, Zachory Berta del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics y sus colaboradores han usado el telescopio espacial Hubble para tomar espectros de la atmósfera de este planeta durante un tránsito sobre la estrella. La luz que pasa por la atmósfera es absorbida por los elementos y compuestos que haya en ella a frecuencias específicas, que se pueden ver como líneas de absorción en los espectros. En concreto analizaron la parte infrarroja del espectro que es en donde se revela más fácilmente la presencia de agua.
El análisis revela que la atmósfera de este planeta está formada por vapor de agua en gran cantidad. Como la densidad del planeta es de sólo 2 gramos por centímetro cúbico, en lugar de los 5,5 de la Tierra, tiene que tener poco contenidos en rocas y metales por lo que el agua constituiría uno de sus principales componentes.
Pero ese planeta es muy diferente de nuestro mundo o de una Tierra cubierta por un inmenso océano. Las condiciones de presión y temperatura en ese mundo son tales que el agua puede existir en fases que no se dan en la Tierra como el hielo caliente o el agua superfluida, estados muy alejados de nuestras experiencias cotidianas, pero que se pueden obtener en los laboratorios.
Los expertos creen que este planeta se formó en una zona alejada de su estrella en donde había agua en abundancia, pero luego emigro hacia el interior de su sistema. En el proceso tuvo que cruzar la zona habitable de la estrella con temperaturas similares a la de la Tierra. Sin embargo, no están seguros de las escalas de tiempo implicadas.
Desde hace un tiempo se venía especulando con la existencia de planetas compuestos principalmente de agua, siendo este caso el mejor ejemplo encontrado hasta ahora. Este planeta es ya un objetivo prioritario del futuro telescopio espacial James Webb cuando se lance al espacio.
Fuente: NEOFRONTERAS.COM
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