Fuente: NASA
El sistema
solar es diferente del espacio que se encuentra justo fuera de él.
Los investigadores anunciaron el hallazgo en una conferencia de prensa que
tuvo lugar el 31 de enero de 2012. El anuncio se basa en datos proporcionados
por la nave espacial IBEX (Interstellar Boundary Explorer o Explorador de la
Frontera Interestelar, en idioma español), de la NASA, la cual es capaz de tomar
muestras del material que fluye hacia el sistema solar desde el espacio
interestelar.
"Hemos detectado materia alienígena que ingresó en nuestro sistema solar
desde otras partes de la galaxia y, químicamente hablando, no es exactamente
igual que lo que encontramos aquí en casa", dice David McComas, quien es el
investigador principal del proyecto IBEX, en el Instituto de Investigaciones del
Suroeste, ubicado en San Antonio, Texas.
Haga clic aquí para ver un
video de ScienceCast sobre las mediciones que realizó la nave espacial IBEX de
"materia alienígena" en el sistema solar.
Nuestro sistema solar está rodeado por la heliosfera, una burbuja magnética
que nos separa del resto de la Vía Láctea. Fuera de la heliosfera se encuentra
el reino de las estrellas o "el espacio interestelar". En el interior, está el
Sol y todos los planetas. El Sol sopla esta extensa burbuja magnética usando al
viento solar para inflar el propio campo magnético del Sol. Eso es algo bueno:
la heliosfera ayuda a protegernos de los rayos cósmicos que de lo contrario
penetrarían en el sistema solar.
Lanzada en el año 2008, la nave espacial IBEX gira en la órbita terrestre
explorando todo el cielo. El truco especial de IBEX es la detección de átomos
neutros que se deslizan a través de las defensas magnéticas de la heliosfera.
Sin llegar a salir del sistema solar, la nave espacial IBEX puede tomar muestras
del exterior de la galaxia.
Los dos primeros años que la nave ha pasado contando estos átomos alienígenas
han dado lugar a algunas conclusiones interesantes:
"Hemos medido directamente cuatro tipos diferentes de átomos que provienen
del espacio interestelar y la composición simplemente no coincide con la que
vemos en el sistema solar", dice Eric Christian, quien es un científico de la
misión IBEX, en el Centro Goddard para Vuelos Espaciales, en Greenbelt,
Maryland.
Entre los cuatro tipos de átomos detectados (H, He, O y Ne), el último, o sea
el neón, sirve como una referencia particularmente útil. "El neón es un gas
noble, por lo que no reacciona con nada. Y es relativamente abundante, de modo
que podemos medirlo con buenas estadísticas", explica McComas.
Utilizando los datos proporcionados por la nave espacial IBEX, el equipo de
investigadores comparó la proporción de neón y oxígeno en el interior de la
heliosfera con la del exterior de la misma. En una serie de seis artículos
científicos que aparecen en la revista Astrophysical Journal, ellos
informaron que por cada 20 átomos de neón que hay en el viento galáctico existen
74 átomos de oxígeno. En nuestro propio sistema solar, sin embargo, por cada 20
átomos de neón, hay 111 átomos de oxígeno.
Eso se traduce en una mayor cantidad de oxígeno en cualquier porción
determinada del sistema solar que en el espacio interestelar local.
Concepto artístico de la sonda Voyager acercándose al
borde del sistema solar.
¿De dónde viene el oxígeno extra?
"Hay por lo menos dos posibilidades", dice McComas. "O bien el sistema solar
evolucionó en una parte separada de la galaxia, más rica en oxígeno que el sitio
donde actualmente vivimos, o una gran cantidad crítica de oxígeno que
proporciona vida se encuentra atrapada en granos de polvo o en hielos
interestelares, los cuales son incapaces de moverse libremente a través del
espacio (y, por lo tanto, no pueden ser detectados por la nave espacial IBEX)".
De cualquier manera, esto afecta a los modelos científicos que hablan sobre
cómo se formaron nuestro sistema solar y la vida.
"Es un verdadero rompecabezas", afirma el investigador.
Mientras la nave espacial IBEX toma muestras de átomos alienígenas de la
órbita de la Tierra, las naves Voyager, de la NASA, han estado viajando hacia el
borde de la heliosfera durante casi 40 años y pronto podrían encontrarse en el
exterior, mirando hacia adentro. Los investigadores esperan que la nave Voyager
1 salga del sistema solar en los próximos años. Los datos nuevos aportados por
IBEX sugieren que las naves Voyager, de hecho, se dirigen hacia una nueva
frontera.
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