En el número de este mes de enero de 2018 de la revista Historia de Iberia Vieja he publicado un artículo en el que repaso algunos grandes proyectos urbanos, o de grandes edificios, de siglos pasados, que nunca vieron la luz. De forma rápida menciono un proyecto de rascacielos para Barcelona que cumple ahora cien años, pues data ¡de 1918! Hubiera sido uno de los primeros rascacielos de Europa, incluso el primero realmente moderno del viejo continente. El gran edificio se hubiera levantado en las cercanías de la Plaza de Cataluña. Como en la revista apenas pude mencionar la referencia original1, una edición de 1920 de American architect and architecture, he decidido traer el material a TecOb, donde no hay problemas de espacio. He aquí la traducción de parte del texto original…
España tendrá un rascacielos
Arquitectos neoyorquinos planean elevar un innovador edificio en la ciudad de Barcelona
¡España y los rascacielos! Los dos términos apenas parecen congruentes, pues pensamos en ese país en términos de patios, edificios bajos, techos planos, y una filosofía sencilla que ha aceptado las cosas tal como han estado durante siglos. Un rascacielos de treinta pisos en la tierra de Don Quijote, Isabel, Colón y una veintena de otros nombres bien recordados no parecía posible hasta la llegada del Sr. Ramón Selles Miró y el grupo de catalanes que representa.
El señor Miró llegó a este país recientemente con la mente totalmente decidida a poner en marcha a tal empeño (…) tras obtener las opciones sobre las parcelas que cubren todo un lado de la gran Plaza de Cataluña, la plaza más grande y céntrica de la ciudad de Barcelona. En esta parte del puerto más grande, y la ciudad más rica y moderna de España, el señor Miró y sus socios levantarán el edificio que se muestra en nuestras ilustraciones, cuyos planos fueron dibujados por John Mead Howells y James Gamble Rogers, Arquitectos Asociados.
El edificio probablemente cubrirá todo el terreno irregular de los primeros seis u ocho pisos. La planta baja se dedicará a las oficinas de las principales empresas de la ciudad, y estará porticada de calle a calle. La parte central se elevará a una altura de treinta pisos, con varias baterías de ascensores al servicio de los inquilinos. Al nivel del sexto o séptimo piso, el principal hotel de la ciudad encontrará una espacio acogedor (…)
Desde los pisos superiores se puede ver la bahía y el Mediterráneo por un lado, y la famosa campiña catalana por el otro. ¡Qué gran vista para los oficinistas! En el centro del arco frontal, de 15 pisos de altura, el diseño muestra una figura colosal que representa el Progreso.
La ingeniería y la construcción probablemente serán gestionados por estadounidenses. El acero para la construcción de la estructura será suministrado por los Estados Unidos o Bélgica. Los mecanismos más complejos, como los ascensores, serán probablemente de diseño y origen estadounidense. La mayor parte del material que sea posible será de origen local, y la mayor parte de los subcontratistas y trabajadores serán españoles. La terminal ferroviaria de la ciudad probablemente se situará en el bajo del edificio. La financiación del proyecto se garantizará en la medida de lo posible en la propia Barcelona (…).
1 American architect and architecture, vol. CXVIII, num. 2349, 29 de diciembre de 1920.
Cuando Barcelona pudo tener uno de los primeros rascacielos de Europa apareció originalmente en Tecnología Obsoleta, 2 febrero 2018.
via Tecnología Obsoleta http://alpoma.net/tecob
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