18 dic 2011

¿Qué hay detrás de las leyendas de los “Hombres-Murcielago”?

Actualmente solo conocemos 3 especies de murciélagos vampiros, es decir, que se alimenten de sangre, y todos son animales de pequeño tamaño. Estas 3 especies son el murciélago vampiro común, el de alas blancas y el de patas peludas, todas localizadas en el continente americano salvo en Norteamérica. Así que si creíais que las leyendas de vampiros como la de Stoker tomaban como referencia a un animal europeo os equivocáis. Pero hablando de Drácula, por todos es sabido que se transformaba en un murciélago de grandes dimensiones. Pues un murciélago parecido debió ser el Desmodus draculae. Un antepasado gigante de los murciélagos que vivió en Venezuela y Brasil durante el pleistoceno (hace 1,8 M.a) y que tenía una envergadura alar de 60 cm, es decir, que de ala a ala mediría más de un metro. Pero no se sabe si se alimentaría a base de sangre, lo mas seguro es que no, debido a lo grande de su tamaño.

Pues según algunos testimonios de diversos pastores de Brasil, este murciélago podría seguir vivo. Como os imaginareis, esta criatura esta relacionada con las mutilaciones de ganado, concretamente con las que los animales aparecen muertos con dos incisiones generalmente en el cuello, vacíos de sangre, y sin rastros de sangre alrededor del cuerpo. Esta criatura asesina tendría una envergadura total de 1 metro mas o menos, idéntica a la que tenia el Desmodus draculae.


Pero parece ser que no solo hay murciélagos gigantes en Brasil, sino hombres murciélagos. El investigador Carlos Esteban Oliveira nos relata en su libro " Os Apinajés do Alto Tocantins " una historia sobre estos hombres-Murciélago:

"Antiguamente existió en el Alto Tocantins una extraña nación de indios que tenían alas y que sólo salían de noche, volando como los murciélagos. Eran conocidos como Cupendipes y habitaban en una colina, dentro de una caverna. Cuando volaban, se llevaban siempre sus machetes de luna, con las que degollaban a las personas y los animales. Un día, los Apinaye, tras reunir a los guerreros de diez aldeas, se decidieron a atacarles. Llegaron a la colina y taparon las entradas de la caverna con paja seca a la que, a continuación, prendieron fuego. En ese ataque mataron a un viejo Cupendipe y apresaron a un niño que, como no tenía alas, no pudo huir. Para capturarlo, los Apinaye tuvieron que entrar en la caverna. Después de una prolongada búsqueda, y tras batir con largos palos todos los rincones de la cueva, lo encontraron colgado en un saliente del techo, como si fuese un murciélago. Los Apinaye, que deseaban criarlo, se lo llevaron a la aldea. Sin embargo, fracasaron en su intento. El pequeño Cupendipe , que lloraba a todas horas, rehusaba todo tipo de alimentación excepto el maíz y no se acostaba para dormir. Los Apinaye se acordaron entonces de la posición en que lo habían encontrado y pusieron en el suelo dos palos atravesados por una vara. Así consiguieron que el niño, colgado boca abajo, durmiera un poco. Finalmente, unos pocos días después de haber llegado a la aldea, murió".

Este relato nos puede parecer increíble, por lo que es mas fácil pensar que existiera una tribu rival de los Apinaye que fuera vestida con atuendos imitando a los murciélagos para infundir miedo a sus enemigos (como Batman, todo sea dicho), y en lo que se refiere de que solo duermen boca abajo como los vampiros o que volaban seguramente se trate como antes de alguna exageración, para así augmentar la leyenda y el temor de esta tribu. Pero hay también más historias, como la de la folclorista experta en la figura del vampiro Elizabeth Benson que ha estudiado la simbología del vampiro en las culturas antiguas, quien escribió sobre estos y otros hombres vampiro en diferentes latitudes

"Para los indios Arawak del norte de Guyana, la llamada "Montaña del Murciélago" está habitada por " murciélagos asesinos," y existe una figura similar en el folklore de Venezuela. Los demonios-murciélago que se dedican a decapitar a la gente, aparecen en varios mitos de la región Amazónica y más al sur, en el gran Chaco del norte de Argentina. El folklore de los Ge, una tribu del Brasil, habla de unos "indios" que tenían alas y salían sólo de noche. Volaban como los murciélagos y mataban con "hachas de ancla" o "machetes de luna". En otro cuento se dice que la humanidad recibió las hachas ceremoniales de los murciélagos, que las usaban para decapitar. La forma de las hachas es la misma que la que tienen los cuchillos para sacrificios que a menudo vienen representados en el antiguo arte Mochica de los Andes Centrales"

Otro nombre que recibiría uno de estos humanoides alados, porque eso es lo que son, es el de Hik´al u hombre-murciélago oscuro, también muy famoso en varias tribus de Brasil.

También es curioso el detalle (o no) de que en la mitología azteca y maya aparezca un dios “hombre-murciélago” conocido con el nombre de Camazotz, que se asocia con la noche, la muerte y el sacrificio, y que aparece en los textos del Popol Vu como un ángel que bajó del cielo para decapitar a los primeros hombres mayas hechos de madera. Decapitar, como los Cupendipes.

Y hablando ya propiamente de murciélago gigante como animal no humanoide, nos encontramos con que los indios Muras, que viven cerca de la frontera entre Brasil y Guyana, nos hablan de un tal Cãoera, un animal muy grande, más grande que el Zopilote, o buitre negro suramericano (Coraegyps atratus ) cuyas alas miden 1,5 m de envergadura, que puede chupar toda la sangre de sus victimas para luego devorarlas. Este animal estaría habitando en el Parque Nacional de Tucumaque, la mayor reserva de bosque tropical del mundo, dentro de hoyos subterráneos y solo saldría al exterior cuando se cocina carne o cuando se queman pelos y pieles de animales. También puede aparecer cuando se lava las espinas de pescado en el río o incluso cuando uno se pone a gritar en el bosque, según la tradición local.

En 1991, los biólogos E. Trajano y M. de Vivo dieron con los restos fosilizados de un Desmodus Draculae en una cueva del valle de Ribeira, zona habitada por estos indios Muras, lo que demuestra que esta especie de murciélago gigante habría existidito en la zona. ¿Serian las modernas historias vestigios de la existencia en la zona de esta especie en el pasado?, en un pasado que quizás no es tan remoto como pensáis, porque se han encontrado restos no fosilizados de Desmodus draculae en Argentina con una antigüedad que los data entre los siglos 15 y 17 de nuestra era.

Pero por si sois reticentes a creeros las leyendas indígenas, os comento que en el año 1950 el matrimonio de la señora y el señor Real, quienes observaron unos enormes seres parecidos a murciélagos que sobrevolaron la selva por encima de los árboles y de sus cabezas, aterrizando posteriormente en el suelo, donde dejaron unas huellas que parecían garras vueltas de el revés, algo muy normal si se trata de un murciélago, ya que cuando están en el suelo sus pies están orientados hacia atrás.

Quizás estas leyendas de hombres murciélagos fueran la explicación fantástica para los que vieron al murciélago gigante Desmodus draculae, o alguno de sus parientes mas evolucionados no catalogados por la ciencia.

Fuera de America también nos encontramos con cosas que parecen ser murciélagos gigantes. Por ejemplo en la isla de Seran, en Indonesia, según su folclore, allí existirían unas criaturas humanoides con alas que sobrevolarían las aldeas por la noche secuestrando a los niños, que devorarían a la mañana siguiente cuando regresan a su hogar que es un volcán apagado de la isla. Estas criaturas son las que se conocen con el nombre de Orang Bati (que “orang” por si no os acordáis del Orang Pendek, aquel supuesto homínido parecido al Big Foot que también se dejaría ver por aquellos lares, quería decir hombre, y “Bati” quiere decir…volador, que no murciélago, a pesar de que nos recuerde al “bat” ingles.

Los nativos describen a esta criatura como un ser humano o simiesco con una piel rojiza, alas de murciélago y larga cola ambas muy peludas. A veces algo parecido se deja ver en islas de alrededor, pero ahí no se comen a los niños. Solo les gustan los niños de Seran parece ser.

Los investigadores apuntan a que quizás el Organ Bati sea una especie no catalogada de murciélago gigante que cuando ha sido visto llevaba como presa un mono, y al estar volando pudiera parecer que era un mono con alas, o un hombre alado. Pero da la casualidad que en Seram no hay monos, a diferencia de otras islas cercanas, por lo que quizás al no haber monos cace niños, y de ahí la leyenda de que el hombre volador de Seram cace niños. Curioso detalle.

Estas leyendas me recuerdan mucho al avistamiento que protagonizaron 3 marines en 1969 en Vietnam del Sur, que relataron como un ser se acercó volando lentamente hacia ellos a primeras horas de la mañana, emitiendo un resplandor verdoso y a medida que se les acercaba pudieron distinguir que era una mujer (por sus pechos) con alas, las cuales eran similares a las de los murciélagos y de color negro. También apreciaron que tenía brazos, manos y dedos, pero estos estaban unidos a sus alas. Un caso que algunos investigadores relacionan con el fenómeno del Mothman de Point Pleasant, pero que como vemos por las características nada tienen que ver con el “Hombre Polilla”, si recordáis bien.

En filipinas, para compensar nos encontramos con hombres murciélago buena gente, que reciben el nombre de Alan, y serian buena gente porque estos no secuestrarían niños para comérselos, sino que ayudarían y adoptarían a niños perdidos en la selva (no se muy bien como saldría el niño después, pero bueno). Serian muy parecidos a los anteriores de Brasil e Indonesia con la característica de que estos de Filipinas tendrían una larga garra, que a veces está en los pies y otras en las manos (bueno, propiamente dicho extremidades anteriores y posteriores respectivamente), que les serviría como gancho para anclarse a las ramas de los árboles.

Y ya para acabar con el Pacífico, vamos a hablar del Ahool o Athol, un murciélago con cara de simio muy conocido por los habitantes de Java que fue investigado por el zoólogo Ivan T. Sanderson (amigo de John Keel), cuyo tamaño variaría desde el de un hombre adulto al de un niño pequeño, quizás porque se hayan visto a estos Ahool en diferentes estados de su desarrollo.


Es curioso lo de la faz de simio, y la hipótesis de un murciélago gigante llevando en volandas a un mono es buena. Pero también en Tejas nos encontramos con algo parecido, y en Tejas no hay monos. Estoy hablando del “Big Bird”, una extraña criatura de gran tamaño, que se dejó ver en los años 70 y parecía un pájaro, sin plumas ni pico, calvo, con unas alas huesudas y similares a las de un murcielago, y con "cabeza parecida a la de un gorila". Lo del rostro simiesco…pues todos podemos ver también el parecido con un gorila en la cara de un murciélago, concretamente los del suborden Michrochiroptera, que son los que tienen la cara achatada.

¿Que debemos pensar?. Si aceptamos que detrás de las leyendas y los testigos hay algo cierto, debemos ser muy cautos y ser conscientes de que en cada caso de los mencionados se pueden tratar de cosas muy diferentes. Podría ser que algún descendiente del Desmodus draculae estuviera vivo, o bien tendríamos que ponernos ya un poquito forteanos y hablar de algo parecido a un ser imposible, aunque lo de ser imposible sería una traducción mal hecha de lo que John Keel denominaba unbelievable, que yo lo traduciría mas bien como ser inconcebible.

Pues un tío de estos inconcebibles sería el “Batsquatch”. Si, habéis oído bien, Batsquatch, que vendría a ser la fusión de las palabras Bat (murciélago en ingles) y Sasquatch, que ya sabéis que es el equivalente del Big Foot en Canadá. Estos seres de gran tamaño presentarían características de mono y de murciélago: de hábito nocturno, con alas de murciélago, ojos rojos como el Mothman, cabeza parecida a la de un simio y carnívoro ya que habría atacado al ganado de distintas granjas. Vamos, que quizás el Big Bird sería este Batsquatch también, pero lo que no tenía el Big Bird y si que tiene el Batsquatch es que siempre se ve a este último sobrevolando las zonas donde se han visto luces extrañas en el cielo, otra característica en común con el Mothman.

Como vemos, hay muchos tipos de humanoides alados, cosa que quizás meterlos dentro del mismo saco a todos estaría mal. Seguro que si se investiga más a fondo en según que regiones con leyendas de estos bichos se descubre una nueva especie de murciélago. Pero si son seres inconcebibles…esos, esos no se dejan descubrir tan fácilmente, ya que incluso estos inconcebibles parecerían tener habilidades de “shape shifting”, es decir, cambio de forma, ya que muchos testigos los describen de manera parecida, pero no igual.

Puede que la criptozoología tenga mucho que decir al respecto, pero para ello hay que investigar más a fondo por esos rincones del planeta. ¿Pero quién se atreve a investigar a un murciélago gigante de hábitos carnívoros y que se alimenta de cabras, monos y niños? Algo me dice que este misterio seguirá sin resolver por un tiempo….

Alejandro Barragán Ratia

Bibliografía: http://www.esencia21.com/01_CRIPTOZOOLOGIA/26_MURCIELAGOS.html

4 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  2. Llegué a este artículo, buscando respuestas de un sueño que tuve, en el que vi a tres murciélagos volar sobre mí con rostro de mono o más bien gorila... Inquieta saber de la existencia de algún ser como ese. De todas formas me parecío interesante leer sobre criaturas tan extremas y legendadias.

    ResponderEliminar
  3. Llegué a este artículo, buscando respuestas de un sueño que tuve, en el que vi a tres murciélagos volar sobre mí con rostro de mono o más bien gorila... Inquieta saber de la existencia de algún ser como ese. De todas formas me parecío interesante leer sobre criaturas tan extremas y legendarias.

    ResponderEliminar