1) INTRODUCCIÓN
2) CARACTERISTICAS
3) HIPOTESIS SOBRE SU PEQUEÑO TAMAÑO
4) HIPOTESIS SOBRE SU ORIGEN
5) EL PUNTO DE VISTA CRIPTOZOOLÓGICO
6) LOS HALLAZGOS EN PALAU
7) CONCLUSIONES
1) INTRODUCCIÓN
El hombre de Flores (Homo floresiensis) descubierto por el equipo de Mike Morwood en el año 2003, es el nombre que se ha propuesto para una posible especie del género Homo que se caracteriza por el pequeño tamaño de su cuerpo y su cerebro, de ahí que también sea conocido con el apodo de "el Hobbit" en honor a los seres menudos del folclore de la obra de Tolkien.
Llama la atención por su reciente supervivencia pues se cree que esta especie, si es que realmente se trata de una nueva especie, fue contemporánea con los humanos modernos (Homo sapiens) en la isla de Flores. Se cree que vivió hace 74.000 años.
La isla de Flores, ubicada al este de Bali y a mitad de camino entre Asia y Australia, sería algo así como una especie de mundo perdido, donde sus animales habrían podido sobrevivir en esa isla apartada del resto del mundo evolucionando a formas enanas por un fenómeno conocido como enanismo isleño, donde debido a los menos recursos existentes en una isla en comparación con el continente, los animales que viven en la isla tienden a reducir su tamaño para poder adaptarse mejor a su entorno. En la isla se han encontrado elefantes enanos (una especie de Stegodon), dato que respalda esa hipótesis, una de tantas, como veremos.
Localización de la isla de Flores en el sureste asiático
Se descubrieron los restos del hombre de Flores en una cueva de Liang Bua, en la parte oeste de Flores, a seis metros de profundidad. Se trata de un esqueleto muy completo salvo por los huesos del brazo que no se encontraron en un primer momento. Estos primeros restos fueron datados con unos 18.000 años de antigüedad, mediante técnicas de carbono 14 y luminiscencia.
Más tarde en el mismo yacimiento se pudieron encontrar restos pertenecientes a otros seis individuos, datados hace 74.000 años, también de pequeña estatura así como los huesos del brazo derecho pertenecientes al ejemplar original que no se encontraron en una primera instancia. Los restos de hombre de Flores no se encontraban en estado fósil sino según un artículo que aparece en la revista Nature, éstos tenían la consistencia del papel mojado secándose. Una vez hallados y expuestos los huesos éstos tuvieron que dejarse secar antes de que pudieran ser extraídos.
En yacimiento donde se encontraron con los restos de estos extraños individuos también se encontró un molar perteneciente al ya citado Stegodon y herramientas de piedra igualmente pequeñas de unos estratos comprendidos de entre 90.000 a 13.000 años de antigüedad. Estas herramientas de piedra parecen adaptarse perfectamente a un ser humano de altura comprendida alrededor del metro, herramientas que posiblemente usaran para dar cazar a los Stegodon.
Cueva de Ling Bua donde se hallaron los restos
La esperanza principal de los investigadores era encontrar ADN mitocondrial conservado en buen estado en los restos para compararlo con muestras de especímenes también no fosilizados de H. neanderthalensis y H. sapiens. Pero son pocas las posibilidades de hallarlo, ya que el ADN se degrada más rápidamente en entornos tropicales templados debido a la contaminación del entorno.
El hecho de que la isla de Flores permaneció aislada durante la edad de hielo ha llevado a los descubridores del H. floresiensis a concluir que estos individuos o sus antecesores sólo pudieron haber alcanzado la isla por medio de algún transporte marítimo, quizás llegando en balsas de bambú hace unos 100.000 años.
El análisis de la geología local sugiere que una erupción volcánica en Flores fue la responsable de la desaparición del H. floresiensis hace aproximadamente 12.000 años, junto con gran parte de la fauna local, incluido el Stegodon enano.
El descubrimiento del hombre Flores es considerado como uno de los más importantes dentro del mundo antropológico de la historia reciente. Como podemos suponer también causó mucha polémica, ya que desde el siglo XIX no se habían encontrado otros restos de homínidos contemporáneos a homo sapiens que no fueran los Neanderthales, y menos aún en el continente oceánico. También supone un reto en lo que se refiere a la idea de la evolución lineal hasta llegar a Homo sapiens, ya que mantiene activo el debate sobre los modelos africano y multirregional de la especiación de los humanos modernos.
Aun no hay consenso sobre si se trata de una nueva especie o no, por lo que el nombre de Homo floresiensis es aceptado como provisional.
2) CARACTERISTICAS
El espécimen tipo del Homo floresiensis, denominado LB1 (Ling Bua 1) corresponde a un esqueleto bastante completo de una hembra (aunque con el paso de los años algunos científicos creían que el esqueleto encontrado podía ser de un macho), alrededor de los 30 años de edad y cerca de un metro de altura. Estos individuos son mas bajos incluso que Australopithecus, tres millones de años más antiguo que Homo floresiensis y que no se ha expandido más allá de África.
Tenían rasgos primitivos craneales, como el torus supraorbitario pronunciado, frente poco abombada y ausencia de barbilla bien diferenciada.
La altura estimada de un H. floresiensis adulto es considerablemente menor que la altura media adulta de todas las poblaciones humanas modernas físicamente más pequeñas, (pigmeos, andamaneses, etc.). Se ha calculado que el H. floresiensis pesaba alrededor de los 25 kg. Esto tiende a calificar al H. floresiensis como el miembro más «extremo» de la extensa familia humana; ya que serían ciertamente los más bajos y pequeños.
Otra característica es que el H. floresiensis tenía brazos desproporcionalmente largos en comparación con los humanos modernos, quizás era una facultad que lo ayudaba en la braquiación (desplazarse por las ramas de los arboles).
Foto donde se compara las proporciones entre individuos adultos de un hombre actual y el hombre de Flores
El H. floresiensis tenía un cerebro extraordinariamente pequeño, de 380 cm³ (valor perteneciente al individuo tipo). Si nos basamos en ese dato, nos encontramos que este seria muy similar al de los chimpancés o los antiguos Australopithecus.
Los descubridores piensan que el H. floresiensis presentaría comportamientos avanzados. Se basan en la existencia de evidencias del uso del fuego para cocinar y la presencia de industria lítica en forma de herramientas de piedra de la sofisticada tradición del Paleolítico Superior típicamente asociada con los humanos modernos, quienes con 1310-1475 cm³ casi cuadruplican el volumen cerebral del H. floresiensis. Algunas de estas herramientas fueron aparentemente usadas en la caza necesariamente cooperativa del Stegodon enano local.
En otro yacimiento de la misma isla llamado Mata Menge, el equipo del investigador Adam Brumm encontró también herramientas de piedra que son muy similares a las halladas en Liang Bua. Las herramientas de Mata Menge han sido datadas con la alarmante antigüedad de entre 840.000 y 700.000 años, así que tendríamos que atrasar la antigüedad del “Hombre de Flores” miles de años más de lo que se pensaban en un principio.
Aun así, podemos estar cometiendo el error de atribuir tales herramientas a H. floresiensis cuando puede que no sea así, ya que H. floresiensis seria contemporáneo con individuos de nuestra especie y fueran estos los que realizasen dichas herramientas.
Dibujos de las herramientas de piedra atribuidas al hombre de Flores
La presencia de industria lítica avanzada, el hecho de la caza en grupo o que hayan sido capaces de construir balsas para alcanzar Flores ha hecho suponen a los científicos que el nivel de complejidad cerebral que podían tener les hubiese supuesto incluso la adquisición de lenguaje. Esta es una de las hipótesis mas arriesgadas de asumir en todo lo que respecta al misterio del H. floresiensis.
Según estudios expuestos por el antropólogo Dean Falk, de la Universidad estatal de Florida, tener un cráneo pequeño no implica tener bajo grado de inteligencia, y que nuestro “Hombre de Flores” era tan inteligente como las pruebas lo indicaban. En dichos estudios se realizó un análisis de la superficie interior del cráneo descubierto en Ling Bua, que muestra marcas que evidencian que H. floresiensis poseía un cerebro complejo, a nivel de reorganización cortical.
Modelo 3D donde se ve como seria el cerebro dentro del cráneo perteneciente al individuo LB1
3) HIPOTESIS SOBRE SU PEQUEÑO TAMAÑO
En lo que respecta al pequeño tamaño que presentan los individuos, hay 2 posibles explicaciones:
-Enanismo Isleño:
Fenómeno de especiación geográfica consiste en disminuir el tamaño corporal de los individuos de una isla respecto al continente donde también se encuentran debido al limitado aporte de recursos por parte de la isla. Es un fenómeno presente en diversas islas del planeta, como por ejemplo en el archipiélago Juan Fernández, un grupo de islas del Pacífico sur perteneciente a Chile, donde existe una raza de cabras asilvestradas que actualmente presentan casi la mitad del tamaño de los ejemplares originales introducidos en las islas por piratas y bucaneros en el siglo XVIII. Quizás salvo la excepción de las cabras de Juan Fernández, por lo general es un fenómeno que tarda en hacerse presente alrededor de los miles de años, por eso a veces su real efecto es muy discutido.
En Flores no solo nos encontraríamos con este fenómeno afectando al hombre de Flores, sino al ya citado Stegodon enano.
-Enfermedad:
Hemos de tener en cuenta un detalle importante que no podemos dejar de valorar. Puede ser que el individuo LB1 fuera un individuo afectado por algún tipo de patología, como la microcefalia o el cretinismo, también llamado hipotiroidismo congenito.
Teuku Jacob, de la Universidad Gadjah Mada de Indonesia, dice estar convencido de que el pequeño cráneo corresponde a un humano mentalmente deficiente de una mujer moderna que sufría microcefalia, y que el cerebro del hombre de las Flores contradice una de las leyes fundamentales de la biología, la cual afirma que si tu cuerpo tiene la mitad del tamaño normal, el tamaño del cerebro sólo puede ser un 15% más pequeño que uno normal.
Otro equipo formado por miembros de la Universidad de Tuebingen y de la Universidad de Schweinfurt ha podido comprobar mediante métodos estadísticos usando la más amplia prueba al azar de microcéfalos que el Homo floresiensis no se puede excluir del grupo de los microcéfalos.
Pero según los estudios de Dean Falk con el molde endocraneal mencionados anteriormente, debemos denegar la explicación de la microcefalia por la presencia del lóbulo frontal expandido, característica que no se aprecia en pacientes con microcefalia.
En lo que respecta al cretinismo, se ha de decir que es una enfermedad la cual provoca un retraso físico y mental debido a una malformación de la glándula tiroidea debido a falta de yodo en la dieta. En este último punto destaca el científico Peter Obendorf de la Universidad de Melbourne, quien afirma que el hombre de Flores tenia una mala alimentación, pobre en yodo y selenio, a la que se le pudo unir la ingesta de alguna planta venenosa con cianida. Su argumento se basa en el hecho de que los fósiles aparecieron en el interior de la isla, lejos del aporte fundamental de yodo que les habría proporcionado el pescado. En cuanto a las plantas con cianida, como el bambú, aún se encuentran en la isla de Flores.
En 2006 el anatomista Gary D. Richards propuso la idea de que el los hombres de Flores padecieran el raro síndrome de Laron, diagnosticado por primera vez en 1966, y que consiste en un déficit marcado de hormona de crecimiento. Richards aludía a que las características morfológicas del hombre de Flores eran indistinguibles de los pacientes con síndrome de Laron, pero que harían falta muestras de ADN del hombre de Flores para salir de dudas.
Es cierto que se han encontrado más restos pertenecientes a otros individuos que también presentan pequeño tamaño. Por eso podemos pensar que una pequeña población (de Homo sapiens sapiens o Homo erectus) se vio aislada del resto del grupo en la isla o emigraron directamente a Flores y las mutaciones causante de sus patologías fueran perdurando durante generaciones, hasta llevarles a la extinción.
En Oceanía hay presencia de tribus actuales pigmeas, de tamaño pequeño pero no tanto como el que presentaría el hombre de Flores, y con todas las características propias de nuestra especie, Homo sapiens sapiens.
4) HIPOTESIS SOBRE SU ORIGEN
¿Quién sería realmente nuestro “Hobbit”?, existen diversas hipótesis para intentar explicar su verdadero origen.
-Que se trate de un Australopithecus:
Esta hipótesis se argumenta básicamente en el pequeño tamaño que presenta el cerebro del hombre de flores (380 cm³) similar al de Australopithecus africanus (de 480 cm³ a 520 cm³), homínido de hace unos 3 millones de años. Quien apoya esta afirmación es Debbie Argue, da la Universidad Nacional de Australia. Argue baso su estudio en comparar la estructura anatómica del individuo LB1 con la de de los humanos modernos y sus antepasados. Cranealmente descubrió que era más similar al Homo habilis, pero se fijo en el detalles de que los árboles de la isla de Flores son muy altos en proporción con las piernas del hombre de Flores, lo que lo acerca más a los Australopithecus, en especial al Australopithecus garhi.
Investigaciones llevadas a cabo por el equipo del antropólogo de Nueva York William Jungers se centraron en el detalle de que el pie izquierdo y parte de un pie derecho del individuo LB1 eran más grandes en proporción con su tamaño que en los humanos modernos y el Homo erectus, y más parecidos a los de los primitivos Australopithecus.
Los que también se suben al carro de esta hipótesis son los que afirman que la humanidad tendría dos cunas, una en África y otra en Australia. Hipótesis bastante discutible.
Esta teoría seria fantástica de no ser porque tiene una laguna importante: no hay restos de Australopithecus fuera de África, por lo que no llegaron nunca a salir de dicho continente. Hasta que no se demuestre lo contrario esta hipótesis no será más que una habladuría.
-Que se trate de un Homo erectus:
Se sabe que el Homo erectus vivió en el sureste asiático en la misma época en la que se han datado los restos más antiguos del Homo floresiensis. Se cree que una población aislada de Homo erectus sufrió el denominado fenómeno enanismo isleño cuando llegó hace 500.000 años a la isla de Flores.
Nos encontramos con que su cerebro, de 380 cm³, es mucho mas pequeño que el del H. erectus, de 980 cm³. Sin embargo, la relación cerebro-masa corporal que presenta el H. floresiensis si que es comparable a la del H. erectus, así que es posible que presente valores similares en lo que respecta a inteligencia.
También según últimos estudios se descubrió que el hombro del H. floresiensis era primitivo, con estrías osteoarticulares que lo hacen más emparentado con el del Homo erectus que con el de los Homo sapiens.
Se ha de tener presente el detalle de que no se han encontrado restos atribuibles al ningún Homo erectus, encontrándose solamente pruebas de industria lítica datadas de hace 840.000 años, tiempo en el que el Homo erectus pudo andar por las islas.
-Que se trate de un Homo sapiens moderno:
Como hemos dicho anteriormente, la industria lítica asociada al H. floresiensis la encajaríamos en la tradición del Paleolítico Superior típicamente asociada con los humanos modernos. Las herramientas halladas en Mata Menge han sido datadas con una antigüedad de entre 840.000 y 700.000 años, épocas en las que no existían H. sapiens.
Lo cierto es que supuestamente si nos basamos en la datación del individuo LB1, 18.000 años, seria contemporáneo al Homo sapiens sapiens, quienes llegaron a la región hace entre 35.000 y 55.000 años.
La mandíbula del individuo LB1 no presentaba barbilla diferenciada, al contrario que los humanos modernos.
Por lo tanto la conclusión de esta hipótesis es que seria cierta si la datación de los restos de Mata Menge fuera falsa y que se tratase de un Homo sapiens afectado de enanismo isleño o de alguna patología de las ya mencionadas.
-Que se trate propiamente de Homo floresiensis, es decir, una nueva especie:
Una nueva especie, creada por el fenómeno del enanismo isleño a partir de un Homo erectus, una especie que es totalmente diferente de este último y de los humanos modernos. Una especie única.
Uno de los estudios que mas apuestan por esta hipótesis es el que hicieron los investigadores Kieran McNulty y Karen Baab comparando la estructura craneal del individuo LB1 con una simulación reducida del cráneo de un humano actual, McNulty y Baab pudieron demostrar que el cráneo del individuo LB1 no encajaría en el de un Homo sapiens sapiens, pero si que obviamente seria catalogable dentro del género Homo. Este estudio también afirmaría que el reducido tamaño del cráneo de LB1 no seria debido a ningún tipo de enfermedad.
Comparación del cráneo del individuo LB1 (izquierda) con el de un humano moderno adulto (derecha)
Investigadores de la Institución Smithsonian publicaron en el 2007 en la revista Science nuevas conclusiones tras analizar tres pequeños huesos de la muñeca pertenecientes al hombre de Flores. Encontraron su muñeca muy parecida a la de simios africanos y homínidos primitivos, y muy diferente de la de los neandertales o a la de los seres humanos modernos. Esta constatación evidenciaría que efectivamente se trata de una especie diferente, y no de un Homo sapiens enfermo.
Esta hipótesis vendría a decir que los humanos modernos, los neandertales y los Homo floresiensis comparten un ancestro común.
Aunque también hay investigadores, como Teuku Jacob, que puestos a hablar con más propiedad dicen que no se trataría de una nueva especie, sino de una subespecie del Homo sapiens.
5) EL PUNTO DE VISTA CRIPTOZOOLÓGICO
Un dato que sorprende a los investigadores es la reciente desaparición del hombre de Flores, hace 12.000 años debido a las erupciones volcánicas de la isla. Eso lo convierte en el homínido más longevo, sobreviviendo largamente la desaparición de los neandertales (H. neanderthalensis) hace unos 30.000 años.
¿Y si quedasen ejemplares aun vivos en la actualidad?
La criptozoología es una disciplina paracientífica que se dedica a estudiar que hay de realidad tras mitos como el “Big Foot” o el “Yeti”, es decir, animales de los que hay indicios sobre su existencia pero que no han sido descubiertos y catalogados hasta la fecha. Es una disciplina que cada vez cobra mas fuerza. Hallazgos como el del Okapi en 1899 o el del Dragón de Komodo (justo al lado de Flores) en 1910 demuestran que a veces detrás de leyendas que hablan de extraños seres hay animales reales.
Por eso, a los amantes de la criptozoología se les ponen los dientes largos cuando oyen hablar del “Ebu Gogo”, un extraño hombre-mono de no más de un metro de altura, peludo, y de lenguaje pobre del que los lugareños de Flores e islas de alrededor hablan bastante a menudo. Una criatura, que a simple vista, recuerda a como tendría que ser el hombre de Flores. Se creía ampliamente en su existencia en la época de la llegada de los holandeses hace quinientos años, e incluso algunas historias dicen que estas extrañas criaturas han sido vistas hace tan sólo un siglo.
Pero la zona del sureste asiático parece estar repleta de leyendas similares. En Sumatra se habla del “Orang-Pendek”, un ser al que los criptoozoólogos se han atrevido a comparar con un Homo erectus que viviría actualmente en las densas junglas.
Obviamente estamos hablando en todo momento de leyendas, de cuentos para asustar a los niños, pero no deja de ser curioso que estos críptidos (como así se les denomina) presenten la característica mas significativa y exclusiva del hombre de Flores: la de ser un humanoide de no más de un metro de altura.
Estas leyendas pueden hacer referencia a la existencia ancestral de unos humanos de pequeña estatura que habitarían las zonas del sureste asiático hace miles de años.
6) LOS HALLAZGOS EN PALAU
En el año 2006 se realizó un hallazgo de esqueletos pertenecientes a individuos de complexión pequeña en unas cuevas de la isla de Palau a 2.300 kilómetros de Flores. Estos restos parecían que confirmaban la hipótesis de que los restos del hombre de Flores podrían tratarse de Homo sapiens sapiens, y no de una nueva especie diferente de esta.
Aunque dichos restos se comparan, existen claras diferencias entre estos: los de Palau sugieren que eran individuos un poco mas altos (110-120 centímetros) y un poco más pesados (43 los machos y 29 las hembras) que los individuos de Flores, pero asimismo son mas bajos que los de una tribu pigmea cercana. Los restos de Palau a diferencia de los de Flores tienen la morfología del cerebro y la mandíbula, parecida a la de un hombre actual. También difieren en que los individuos de Palau no serian individuos aislados, como en el caso de Flores, sino que serian una comunidad y en que los restos de Flores son mucho más antiguos que los de Palau (los esqueletos de Palau datan de entre 900-2800 años, mientras que los del hombre de Flores datan de entre 74.000-18.000 años).
Los restos de Palau coinciden con los de Flores en que comparten unos dientes relativamente grandes y en que ambas islas están muy próximas geográficamente, y también precisamente el hecho de que vivieran en islas, motivo por el cual se cree que sus habitantes estarían sometidos al fenómeno del “enanismo isleño”. Pero si nos centramos en los restos nuevos descubiertos en Palau nos damos cuenta de que no serian de pequeña estatura debido a la evolución por el entorno insular, ya que para que esta se produzca se basaría en el aislamiento de miles de años, y en este caso no se dan.
Tampoco se explica el enigma de porque si los restos de Palau son tan recientes, los habitantes actuales de la isla no presenten características también de algún tipo de enanismo (son completamente normales).
De todas formas, estos nuevos restos, coinciden con mas rotundidad con el ser humano actual de cómo lo hacen los restos del llamado hombre de Flores, y apuntan que este último tiene mas puntos de ser un Homo Sapiens sapiens que una especie completamente nueva.
7) CONCLUSIONES
El enigma del hombre de Flores no tiene solución de momento.
Lo que está claro es que el individuo LB1 es un individuo con un mosaico de rasgos primitivos y otros más modernos. Su baja estatura y su pequeño volumen endocraneal lo asemejan a Australopithecus, pero en cambio no presenta el prognatismo tan característico de e este género. Su pertenencia al género Homo vine respaldada por la anatomía postcraneal y su forma facial.
La hipótesis con más puntos de que sea cierta es que se trate de una nueva especie derivada del Homo erectus.
Su morfología y su reciente desaparición, evolutivamente hablando, nos hace ver que el género Homo es más variado y flexible de lo que creíamos en un principio.
Mike Morwood, el descubridor del individuo LB1, observando una reproducción del cráneo que encontró en la cueva de Ling Bua en el año 2003
Alejandro Barragán Ratia
Y yo que he estado en la isla de Flores...
ResponderEliminarPues esa suerte que tienes. Seguro que es un lugar paradisiaco.
ResponderEliminarLlegue con mucha ilusión pero on muy poca energía y dinero, y finalmente no visité la isla de Komodo que era mi auténtico objetivo. Es probablemente el sitio más remoto y agreste que he estado en mi vida....
ResponderEliminarMe encanta tu artículo, es un lugar hermoso!!
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