Un reciente estudio llevado a cabo por el equipo del Laboratorio Internacional de Salud y Calidad del Aire (ILAQH)
liderado por Rohan Jayaratne y Xuan Ling, y dirigido por la profesora
de la Universidad Técnica de Queensland (Australia), Lidia Morawska, han
encontrado evidencias de que los árboles intervienen en la
electrificación de la atmósfera.
Dicho estudio
encontró las concentraciones de iones positivos y negativos en el aire
doblemente altas para áreas boscosas y arbóreas no boscosas, como
parques, doblemente altas. Este fenómeno, según explicaba el Dr.
Jayaratne, ocurre principalmente por la radiación de la traza de gas
radón, presente de forma natural en el aire, y la radiación cósmica del
espacio.
El proceso por el que los árboles aumentan las concentraciones de
radón en la atmósfera viene dado por la disolución del radio, presente
de forma natural en la roca, y su filtración a aguas subterráneas, de
tal modo que los árboles, al tomar este agua y liberar vapor de agua en
el proceso de transpiración, liberará, junto con el vapor de agua, este
gas, que hace que el ambiente esté más electrificado.
La importancia de este estudio va más allá de sus aplicaciones
medioambientales, sino que también puede ser muy útil para estudios
relacionados con la salud. A este respecto, el Dr. Jayaratne añade que «
no creemos que los iones sean peligrosos, el peligro viene de los
contaminantes. Si no hay partículas peligrosas en el aire para fijar a
los iones, no hay riesgo de problemas para la salud».
Fuente: ¡Ciencinante!