"Cuenta The Telegraph que Janina Kolkiewicz, una anciana de 90 años, había 'muerto' once horas antes de recuperar la consciencia en la morgue y comenzar a dar señales de vida en la bolsa para cadáveres en la que había sido depositada, alertando a los trabajadores.
La familia de Janina asegura estar también en "estado de shock". Cuentan que a "media noche nos llamaron de la funeraria para decirnos que estaba viva", comenta Bogumila Kolkiewicz, sobrina de la 'resucitada'. "Ella no sabe lo que le pasó, pero se encuentra bien de salud". De lo único de lo que se qujó es de tener "algo de frío al llegar a casa" añadió la sobrina.
La doctora que emitió el certificado de defunción de Janina no tiene una explicación lógica para este suceso. "No sé cómo es posible; todavía estoy en estado de shock", ha comentado, que desea permanecer en el anonimato. "Si hubiera tenido alguna duda acerca de su fallecimieto habría llamado a una ambulancia y habría intentado resucitarla pero no tenía signos vitales: ni pulso, ni nada".
Henryk Klementewicz, director de la funeraria que acogió el cuerpo de la anciana Janina, también expresó su sorpresa por este extrano suceso. Para este experimentado empresario del sector, "ni yo ni mi predecesor, que estaba a cargo de la empresa hemos visto algo igual en 30 años. No sé cómo ha podido suceder" (...)"
Ver .
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La familia de Janina asegura estar también en "estado de shock". Cuentan que a "media noche nos llamaron de la funeraria para decirnos que estaba viva", comenta Bogumila Kolkiewicz, sobrina de la 'resucitada'. "Ella no sabe lo que le pasó, pero se encuentra bien de salud". De lo único de lo que se qujó es de tener "algo de frío al llegar a casa" añadió la sobrina.
La doctora que emitió el certificado de defunción de Janina no tiene una explicación lógica para este suceso. "No sé cómo es posible; todavía estoy en estado de shock", ha comentado, que desea permanecer en el anonimato. "Si hubiera tenido alguna duda acerca de su fallecimieto habría llamado a una ambulancia y habría intentado resucitarla pero no tenía signos vitales: ni pulso, ni nada".
Henryk Klementewicz, director de la funeraria que acogió el cuerpo de la anciana Janina, también expresó su sorpresa por este extrano suceso. Para este experimentado empresario del sector, "ni yo ni mi predecesor, que estaba a cargo de la empresa hemos visto algo igual en 30 años. No sé cómo ha podido suceder" (...)"
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