20 may 2012

Perros: la clave para que el homo sapiens se impusiera sobre el neandertal

El antropólogo Pat Shipman ha llegado a la conclusión de que los seres humanos se impusieron a los neandertales gracias a la domesticación de los perros. Su estudio se basa en la comparación de extensa literatura con la investigación de los académicos de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), Paul Mellars y Jennifer French, quienes establecieron que “la supremacía numérica de los humanos podría haber sido un factor clave por sí sola” para desplazar a los neandertales.

El análisis de los resultados de las excavaciones de los huesos caninos fosilizados de Europa durante el tiempo que los humanos y los neandertales convivieron juntos, fue lo que llevó a Shipman a realizar su investigación. Si se ponen todos en colación, ofrecen pruebas convincentes de la relevancia de los canes.
Primero, existía una adoración ritual hacia los perros. Los restos de 27.000 años de antigüedad encontrados en Předmostí (República Checa) muestran las posturas rituales con las que los animales eran enterrados. Además, las marcas en los agujeros de los dientes sugieren que los primeros seres humanos utilizaron esos dientes como joyería. Según Shipman, la gente del Paleolítico rara vez hacía adornos de animales que utilizaban simplemente para comer.

Al igual que los humanos, tampoco aparecen demasiados perros en las pinturas rupestres de las cavernas. Esto podría entenderse como que no los veían como simples animales, sino fieles compañeros de viaje.

Shipman piensa que la afinidad entre seres humanos y perros se manifestó principalmente en la caza. Los perros ayudaban a los humanos a identificar sus presas, aunque también eran utilizados como bestias de carga, debido al gran tamaño que poseían. Según los expertos, el tamaño mínimo rondaría el que tiene un pastor alemán hoy en día. Dado que el transporte de cadáveres de las presas cazadas era una tarea que necesitaba mucha energía, los perros facilitaron que los humanos pudieran dedicarse a otros menesteres, como la caza, la recolección y la reproducción. Esto situaría a los humanos en clara ventaja evolutiva frente a los neandertales.

Hay otra teoría sobre la relación entre los perros y los seres humanos que señala el antropólogo. Esta hace referencia a la construcción física del ojo humano y de las miradas. El ser humano tiene un tipo de ojo distinto al de los otros primates, ya que la esclerótica blanca abunda mucho más y permite comunicar más información en cada mirada. La esclerótica blanca revela la dirección de la mirada, cosa que resulta útil a la hora de cazar hábilmente en grupo. Ya desde bebés, los humanos siguen la mirada de los padres o aquellos que los observan.

Pero los perros también reconocen las miradas y son capaces de aprovecharlas. En un estudio realizado en la Universidad Central Europea, Shipman señala que en una prueba en la que una persona hablaba, “los perros y los niños humanos seguían la mirada de esa persona de la misma forma”.

Esta afinidad por el contacto visual de los seres humanos y sus mejores amigos caninos es algo bastante único. Según Shipman, sería consecuencia de la relación milenaria entre ambos: “Ningún estudio genético ha confirmado todavía la prevalencia o ausencia de la esclerótica blanca en los seres humanos del Paleolítico modernos o en los Neandertales. Pero si la mutación de la esclerótica blanca fue más frecuente entre los primeros, esta característica podría tener que ver con una mayor comunicación entre los humanos y los perros perro, así como la domesticación de los últimos“.

La relación entre los seres humanos y los neandertales ha sido un misterio para los antropólogos. Hace 250.000 años, los neandertales vivían y evolucionaban en Europa con bastante éxito hasta que hace 45.000 años aparecieron los primeros humanos. Estos habitantes proliferaron en su nuevo entorno y multiplicaron por diez su población durante los 10.000 años después de su llegada, mientras que la de los neandertales se redujo hasta que se extinguieron.

La teoría de Shipman es una de las más nuevas de las tantas que hay sobre la desaparición de los neandertales frente a los seres humanos. Unas lo achacan al cambio climático. Otras, se centran en la habilidad social de los humanos, quienes desarrollaron la capacidad de cooperar y se valieron de las ventajas evolutivas de la cohesión social. Aunque también pudiera ser que fuera una evolución tecnológica con el desarrollo de herramientas más avanzadas y armas de caza que les permitían acceder a mayor variedad de alimentos.

Fuente: Red Historia

1 comentario:

  1. ¡Y qué desagradecidos que somos con ellos! Bueno, por lo menos lo son muchas personas. Para mí son como hermanos.

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