Arqueólogos de la Academia Rusa de Ciencias han anunciado el descubrimiento del que podría ser el
geoglifo de mayor edad hasta ahora conocido, un “monumento único en la antigüedad”: la figura de un enorme alce creada por el hombre prehistórico hace unos 8.000 años y que se encuentra en la ladera de una montaña, a 860 metros de altitud, en el
Parque Nacional de la Cordillera deZyuratkul, en el Raion de Satkinsky, en la parte sur de los Montes Urales.
Los investigadores utilizaron imágenes satelitales para marcar el contorno de este desconocido animal, descubriendo que ocupa una superficie de 62.500 metros cuadrados y que está pavimentado con piedras en una anchura de trazo de 5 metros. Las mayoría de estas piedras no pueden verse a simple vista ya que han quedado bajo el terreno por el paso del tiempo.
La datación exacta del hallazgo no se ha determinado todavía, pero el carácter de la mampostería de cuarcita y el grosor de esta capa superficial de tierra hacen suponer que el alce gigante se dibujó en el Neolítico o en la Edad del Hierro temprana, es decir, posiblemente en el período comprendido entre el 6º y el 3er milenio antes de Cristo.
De ser cierto el hallazgo, el ya bautizado como
geoglifo de Zyuratkul superaría por mucho en antigüedad a las famosas
líneas de Nazca en Perú (2.000 años) o a su colega de cuatro patas británico, el
Caballo Blanco de Uffington en Oxfordshire (U.K), con una antigüedad estimada de 3.000 años, por tanto de la Edad del Bronce.
El descubridor de este geoglifo es el historiador local Alexander Shestakov, que ya en 1989, cuando era un simple turista en el parque, comenzó a preguntarse por unas extrañas marcas en el terreno cuando escalaba la zona por primera vez. A los pies de la montaña, en un claro, Alexander notó que en algunos lugares la hierba crecía de manera desigual, creando un camino errático hacia arriba y hacia abajo.
En 2005, participó en la construcción de un camino forestal en la zona y una vez más tuvo la suerte de toparse con estas misteriosas marcas, caminado por los senderos creados mientras trataba de averiguar quién los hizo. Fue sólo gracias al programa Google Earth cuando vio las cosas desde arriba para resolver el enigma: la silueta de un alce claramente visible.
En el examen, el objeto resultó que se había hecho en un sitio con una pendiente relativamente débil. Esto hizo que fuera posible ver el antiguo geoglifo desde lo alto de la loma, donde, al parecer, se ubicó una plataforma de observación durante su construcción.
Una posterior investigación del Centro para la Protección del Patrimonio Cultural de la región de Chelyabinsk
confirmó el valor de este hallazgo increíble. En un principio se barajaron dos hipótesis: que fuera un estilizado alce o que fuera un ciervo; pero en seguida se decantaron por el primero, guiándose por una vieja leyenda de los pueblos siberianos.
De acuerdo con ella, un alce se tragó el sol, soltándolo después de un tiempo. Más tarde, la gente comenzó a venerar al alce como un dios, para evitar que también los tragara como le había ocurrido a la brillante estrella.
Aún así, la razón por la que se hizo o por qué este alce es más del doble del tamaño de las figuras de Nazca o de Oxfordshire sigue siendo un misterio para los arqueólogos, que afirman que sólo se puede admirar en la primavera y el otoño, cuando la hierba de sus contornos amarillea más rápidamente; el resto del año las gramíneas y arbustos lo cubren por completo.