A lo largo de la historia la mayor parte de manuscritos y lenguajes desconocidos han podido ser descifrados. Pero hay uno que se resiste desde hace más de 100 años, el manuscrito Voynich.
Para quién no conozca la historia del manuscrito, os resumiré que se trata de un libro escrito por un autor anónimo, en un alfabeto no identificado, y en cuyo interior existen contenidos contenidos desconocidos y tan sorprendentes como su idioma incomprensible, el denominado voynichés.
Desde 1912 cuando el especialista en libros antiguos Wilfrid M. Voynich lo adquirió, numerosos criptógrafos, filólogos, militares e incluso aficionados han intentado descifrar los secretos escondidos en este libro de más de 500 años de antigüedad. A pesar de que existe la teoría de que no es más que un engaño, muchos estudios creen o han intentado desvelar sus secretos y hace poco se acaba de publicar uno nuevo en la revista PLoS ONE, el cual sugiere que el manuscrito tiene un mensaje autentico entre sus hojas.
Llevado a cabo por el físico teórico de la Universidad de Manchester Marcelo Montemurro y tras muchos años analizando los patrones lingüísticos del manuscrito, ha llegado a la conclusión de que el texto dispone de una significativa estructura lingüística. Con la ayuda de Damián H. Zanette, realizaron un método estadístico computarizado para analizar el texto, centrándose en cómo están organizadas las palabras con el fin de lograr extraer aquellas que son significativas.
Este sistema ya ha sido empleado para analizar otros idiomas y se basa en la idea de que las palabras dejan una huella estadística. Normalmente en textos largos, las palabras se suelen agrupar bajo un mismo tema, y cuando éste cambia se necesitan más palabras. Analizando estos patrones estadísticos, Montemurro y Zanette descubrieron que las palabras relacionadas tendían a compartir las mismas estructuras, algo que ocurre en los idiomas reales.
Pero la sombra del engaño es alargada, y Gordon Rugg, un matemático de laUniversidad de Keele en el Reino Unido, ha querido demostrar que a pesar de la existencia de esos patrones, el texto no es autentico. Para ello realizó su propio manuscrito al estilo voynichés, y mostrar que se podrían dejar patrones significativos y que el texto fuese un autentico galimatías sin sentido. Rugg tampoco acepta la idea de que contenga algún tipo de código secreto, ya que al tener palabras separadas, el texto no se ajusta a las técnicas de codificación de texto, las cuales evitan tener palabras separadas porque facilitarían su descodificación.
La verdad es que el manuscrito Voynich sigue siendo un misterio, pero Montemurro está convencido que la existencia de esos patrones elimina la idea del fraude. Sobre todo porque en la época en la que se escribió se desconocía la existencia de estos patrones, y no cree que pudieran ser inventados o incorporados al texto para hacerlo más realista.
Las conclusiones de este estudio pueden ser un nuevo paso para poder desvelar el contenido, pero aún no se sabe el significado de las palabras, o si se trata de un idioma codificado o uno completamente inventado. Por lo que hasta que se encuentre una piedra roseta, el curioso manuscrito Voynich seguirá abierto a nuevos estudios y escondiendo sus misterios.
Vía: BBC
Más información: PLOS ONE
Fuente: labrujulaverde
Con este manuscrito toda la vida han estado igual, que si uno sabe lo que pone que si otro dice lo mismo, pero no veo ninguna traduccion por ningun sitio
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