No hace mucho asistimos a una auténtica oleada mediática en la que, de la noche a la mañana, comenzó a hablarse de misteriosas muertes masivas de animales a lo largo y ancho del globo. Como comentamos en el programa que dedicamos al asunto (http://www.ivoox.com/098-por-mueren-golpe-animales-audios-mp3_rf_481731_1.html) muchos de estos casos tienen lugar cada año sin que se les de cobertura en los medios. Otros casos, como el de los pájaros de Arkansas, fueron "resueltos" al poco tiempo al reconocer la Fuerza Aérea de los EE.UU la autoría del incidente tras haber estado realizando experimentos con armas químicas. El resto de casos (la gran mayoría) sigue sin una explicación aparente. Como dijimos, es entonces cuando entra en juego una de las hipótesis que algunos plantean como posible fenómeno causal de tales incidentes: el cambio del magnetismo polar. Y como a muchos os interesó particularmente el asunto de los polos, desde aquí os recomendamos un gran acierto editorial por parte de Atalanta (http://www.atalantaweb.com/): se trata de El mito polar, de Joscelyn Godwin, casi con toda seguridad el primer libro que explora seriamente y con rigor la influencia atávica que, desde los orígenes de la humanidad, han ejercido los polos en la formación del incosciente colectivo y la configuración de multitud de mitologías.
Una de las cosas que hace especialmente interesante el libro de Godwin es su amplitud de enfoque. No estamos ante un libro dirigido a la comunidad científica, ni un libro de carácter esotérico o mistérico, tampoco ante un manual de ocultismo sobre la cuestión de los polos, no. Se trata de un libro con una intención claramente divulgativa e iluminadora. En un terreno tan oscuro y conformado por archipiélagos de información dispersada, Godwin hace un esfuerzo compilador por ofrecer al lector lo que podríamos calificar como una magistral guía introductoria. Y en esta guía el lector podrá encontrarse con una exposición minusciosa pero cuidadosa e inteligentemente racionada de la importancia de la cuestión polar en el debate científico, concretamente en la geología y sus diferentes posturas ante el fenómeno de la inclinación de los polos, magnéticos o físicos. En cuanto al campo del esoterismo, Godwin expone la multiplicidad de teorías que desde hace siglos comenzaron a conjeturar el orígen polar de la humanidad, poniendo especial atención a cómo en un ejercicio de polarización y reduccionismo eurocéntrico, algunos grupos comenzaron a hablar del mito ario y como esto acabó dando alas al nacimiento de corrientes de pensamiento de tipo ariosófico precursoras del proyecto nazi. Como no podía ser menos, Agharta, Shambala, los mitos intraterrestres, y las aperturas polares, así como la influencia simbólica y no tan simbólica de los polos en los individuos, temas de uso común en el mundo del ocultismo, no podían quedar fuera, dedicándoles Godwin no pocas páginas.
Pero quizá la parte más interesante, por lo susceptible de invitar a reflexión general (y no por ello poco profunda) sea la que dedica a la vieja y titánica lucha entre la tradición polar y la tradición solar: proceso dialéctico completamente olvidado fuera de los círculos académicos (a su vez relegado a la antropología, la filosofía y el estudio comparado de las religiones) y los círculos esotéricos y ocultistas. Godwin plantea que primordialmente, la psique humana se ordenó en base a una cosmovisión marcadamente polar y que paulatinamente fue retrocediendo ante el avance imparable de la tradición solar que condicionó de raíz la evolución de las futuras culturas. No obstante, el libro de Godwin sirve para demostrarnos que, de alguna manera, el influjo de los polos, eternamente presente, se ha resistido siempre y continúa resistiéndose a desaparecer del terreno de juego.
Un libro ameno, completo y necesario. Un libro totalmente imprescindible para cualquier persona interesada en la temática polar y desde luego, altamente recomendable para cualquiera con un mínimo de inquietud intelectual.